Era un día
espléndido. Marcos tenía ganas de comenzar aquel día con un relax absoluto, tumbado
en el césped, observando las nubes amorfas que con una pizca de imaginación
podías combertir en un precioso cordero.No había viento.Era una mañana de lo
más tranquila.Estaba a punto de dormirse, cuando su hermana pequeña se puso a
sollozar a causa del hambre y el deseo de la leche materna de su madre. Marcos
se levantó de golpe y fue a verla. Se acercó a la cuna y la cogió en brazos.
Tenía unos ojazos color verde chillón, aún por desarrollar. Para su edad, había
abierto los ojos demasiado pronto, pero todos estaban contentos con ella.
La llevó hasta la colina que estaba al lado de la casa de madera, donde su madre regaba las azaleas.
-Mamá-dijo él mientras corría con su hermanita en brazos-Cloe tiene hambre.
-Bueno, bueno-dijo su madre, tranquilizándole-déjala encima de la cuna de nuevo,
ahora mismo voy-entonces se fijó que cada vez lloraba más y más, entoces tubo
que reaccionar-está bien-la dijo-ahora mismo te doy de comer,glotona.
-¿Me encargo yo de las azaleas?-preguntó Marcos.Nada le gustaba más que
ayudarla.Siempre obtenía una recompensa.
-Muchas gracias,Marcos-agradecida,se dirigió a su hijo con una mirada
misteriosa,pero alegre-Tu abuelo Devan viene a comer esta tarde.
A Marcos le gustaba mucho que fuese su abuelo Devan a su casa,pues contaba unas
historias alucinantes que engatusaban a cualquier oyente.
Por fin llegaron las 12,la hora a la que comían,y se le vió al abuelo llegar en
una carreta.Marcos le saludó de lejos.
-¡Abueeloo!-gritó. Al fin,Devan pudo captar su saludo.Salió de la
carreta,agarró su bastón y dió un fuerte toque a la pata del caballo,que al
parecer seguía caminando.
-¡Marcos,hijo!-abrazó a su nieto-qué alegría verte de nuevo...-dió dos besos en
cada mejilla a la madre y fueron a comer.
Tras la deliciosa sopa de col y los muslos de cordero,Marcos guió a su abuelo
hacia el lugar donde había estado a la mañana,ese césped tan suave y las vistas
que se acontecían.Devan se sentó en una roca,mientras que su público,la
madre,Cloe y Marcos,tambíen se sentaron para poder escuchar cómodamente.
-¿Veo que ya estáis acostumbrados a mis historietas después de
almorzar,eeh?-dijo Devan levantando una ceja mientras su público se partía de
risa
-¡Abuelo,quiero escuchar la historia del lejendario Dragón Pilus,que destruyó
todo el imperio de los Deodos!-dijo Marcos apasionado-¡O la de el caballero
Migno y su Martillo acosador! ¡O la de...!-Devan no le dejó acabar la frase.
-No,Marcos.Hoy voy a contar una historia mucho más distinta,Una historia muy
conocida en todo Driore pero que apenas alguien sabe contarla,sentirla o
simplemente sabérsela de memoria.Esta es una historia de batallas,de amores,de
bestias capaces de derruir lo que es la vida humana de este mundo...- Profundo
silencio de un minuto.
-Papá...-dijo entre susurros la madre- no asustes a Marcos,que esta noche
quiero descansar en paz
-No te preocupes,anda. Es más,esta historia le fortalecerá en espíritu,y no lo
digo por lo buena que sea ni por el suspense o la moraleja que causa...-Ahora
era la madre la que se estaba asustando.
-Muy bien,comencemos: